alternatetext

31/1/08

Valores y política

George Lakoff, quizá el más relevante teórico de la comunicación política en estos momentos, examina las posiciones de Barack Obama y Hillary Clinton en la pelea que mantienen por la nominación para las elecciones presidenciales de noviembre. Lakoff toma como punto de partida la estrategia política de Ronald Reagan y compone una aproximación lúcida y reveladora acerca de lo que se cuece en la olla demócrata norteamericana que sin duda aporta mucha luz sobre la izquierda española. Lo que sigue es un resumen en español del artículo original, publicado por The Huffington Post y que puedes leer íntegro y en inglés aquí.

"En Puntos de Pensamiento, el manual para los progresistas que el equipo del Rockridge Institute y yo escribimos el año pasado, comenzamos por analizar los puntos fuertes de Ronald Reagan como político. Según su jefe de estrategia, Richard Wirthlin, Reagan se dio cuenta de que la mayoría de los votantes no votan principalmente sobre la base de las políticas, sino más bien pensando en los valores (1), (2) la conexión, la autenticidad (3), (4) la confianza, y (5 ) la identidad. Es decir, Reagan habló acerca de sus valores y las políticas para él sólo eran un ejemplo de los valores. Él conectó profundamente con la gente. Su figura fue percibida como auténtica, como alguien que realmente creía lo que decía. Como resultado, la gente confió en él y se identificó con él. Incluso aunque tuvieran diferentes opiniones sobre los problemas, sabían cuál era su actitud. Aun cuando su política económica no produjo un nuevo Estados Unidos, los votantes todavía sentían una conexión con él porque hablaba del país que ellos querían ser. Eso fue lo que permitió a Reagan ganar los votos de muchos demócratas y de los independientes".

"Hay una razón por la que Obama habló recientemente de Reagan. Reagan entendió que las elecciones se ganan consiguiendo el apoyo de los independientes y del lado opuesto de la política. Él entendió lo que unía al país, así que podría liderarlo de acuerdo con su visión. Su visión era la un conservador radical, una visión devastadora para el país y contradicha por sus políticas económicas".

"Obama comprende la importancia de los valores, el respecto, la autenticidad, la confianza y la identidad".

"Pero su visión es profundamente progresista. Se propone liderar el país en una dirección muy diferente a la de Reagan. Lo crucial es que ha añadido pragmatismo y sentido común a esa visión: sus políticas tienen que hacer algo más que quedar bien en el papel; tienen que conseguir resultados materiales concretos para millones de estadounidenses luchadores de las clases medias y bajas. Tienen que cumplir los criterios de un organizador de la comunidad".

"Las eruditas políticas clintonianas no parecen entender nada de esto. Han trivializado la perspicacia política de Reagan como el triunfo ilegítimo de la personalidad sobre la política. Confunden los valores con los programas. Han subestimado la autenticidad y la confianza".

(...)


"Esta campaña por la designación tiene que ver con mucho más que los candidatos. Se acerca una gran división dentro del Partido Demócrata. Y los candidatos son reflejo de esa división. Estos son tres de los principales "problemas" que dividen a los demócratas".

"En primer lugar, la triangulación: se desplazan a la derecha —la adopción de posiciones de derecha— para conseguir más votos. Bill Clinton lo hizo y Hillary lo cree también. Eso es lo que ella entiende por "bipartidismo". Obama representa lo contrario de "bipartidismo". Para Obama, es un reconocimiento de que los principios centrales de la moral progresista son los principios fundamentales de Estados Unidos. Para él, el bipartidismo significa encontrar personas que se llaman a sí mismos "conservadores" o "independientes" pero que comparten los valores centrales de Estados Unidos con los progresistas. Obama, por lo tanto, no tiene que entregar o diluir sus principios en aras del "bipartidismo".

"La segunda es el incrementalismo: Hillary cree en obtener mucho a través de pequeñas políticas elaboradas cuidadosamente, de una en una, pasito a pasito, reales pero casi inadvertidas. Obama cree en las posiciones audaces y en la construcción de un movimiento en el que las posiciones audaces las exige el pueblo y las celebra cuando tienen lugar. Esta es la razón por la cual Hillary habla de "yo", "yo", "yo" (el artesano de la política) y Obama habla de "tú" y de "nosotros" (la gente que lo demanda y que lo lleva a cabo conjuntamente)".

"El tercero son los grupos políticos de interés: Hillary mira a la política a través de los intereses y de los grupos de interés, buscando las políticas que satisfagan los intereses de esos grupos. El pensamiento de Obama antepone la empatía a los grupos de interés. También considera que la empatía es fundamental para la idea misma de Estados Unidos. El resultado es una política positiva basada en la empatía y el humanismo que también es patriótica y edificante".

"Para un gran número de demócratas, estos son los problemas reales. Estas diferencias reales entre los candidatos reflejan diferencias reales dentro del partido. Independientemente de quién obtenga la candidatura, esas diferencias se mantendrán".

"Es hora de que la prensa, los expertos, los encuestadores, los científicos y los políticos se tomen en serio estas cuestiones".

George Lakoff es Profesor de Ciencia Cognitiva y Lingüística 
en la Universidad de California en Berkeley. Es el autor de No Pienses en un Elefante.

Continuar Leyendo...

30/1/08

236


En la última entrega de Rambo caben 236 muertes (2,59 por minuto). Son 104 cadáveres más que en la tercera parte, 167 más que la segunda y 235 por encima de la primera. Han pasado 26 años desde el estreno de la saga y el paso del tiempo parece que también se mide en consumo de violencia. Mas detalles sobre esta extraña evolución, aquí.

Continuar Leyendo...

24/1/08

Una música amorfa para la próxima era


"Le había hecho una flauta al chico con un trozo de caña de la cuneta y se la sacó de la parka para dársela. El chico la cogió sin decir palabra. Al cabo de un rato se quedó un poco rezagado y minutos después el hombre oyó que tocaba. Una música amorfa para la próxima era. O quizá la última música en la Tierra, surgida de las cenizas de su devastación. El hombre se volvió y le miró. Estaba sumamente concentrado. El hombre pensó que parecía un triste y solitario niño huérfano anunciando la llegada al condado de un espectáculo ambulante, un niño que no sabe que a su espalda los actores han sido devorados por los lobos".
Cormac McCarthy, La carretera (2006)

Continuar Leyendo...