No se conformaron con meternos en una guerra absurda ideada exclusivamente para atender los intereses de las grandes petroleras norteamericanas y los principales fabricantes de armas del mundo, los dos grandes beneficiarios de la política impulsada por los halcones de Washington después del 11 de septiembre. Ahora resulta que legitimaron la cárcel ilegal de Guantánamo, en la que los militares de EEUU llevan cinco años violando los derechos humanos, utilizando para ello el aparato del Estado a espaldas de los ciudadanos. No me extraña que Mariano Rajoy no quiera hablar de Irak.
El martes, después de que José María Aznar, no sin esfuerzo, se diese por enterado de que en Irak no había armas de destrucción masiva, dio muestras del hombre de Estado que se oculta en su interior. "Yo es que estoy en otras cosas", declaró. "No estoy ni en Felipe V, ni en lo suevos, ni en lo que pasó en España hace muchos años. Creo que éste es un asunto que cuando el presidente del Gobierno lo saca... igual que saca la memoria histórica. Oiga, pero no podemos darles a los españoles, hombre, un mensaje de futuro, que ya somos la octava potencia económica del mundo, que hemos crecido muchísimo, nuestro nivel de convergencia y por tanto nivel medio de bienestar ha crecido, por ahí debemos seguir, tenemos que hacer reformas estructurales, tenemos que preocuparnos de la economía, tenemos que hacer una política exterior propia de un país civilizado. Pero qué debates son éstos sobre eso de las fosas que va a hacer ahora Mayor Zaragoza con Mario Soares y con Cosío (...) éste es un país civilizado, coño".
Hoy, a la vista de la visita policial española a Guantánamo, no se le ha ocurrido mejor cosa que decir que no sabía nada y pedir explicaciones al Gobierno actual. Va a ser verdad que está en otras cosas...
[Si quieres actuar, díselo a Bush].
15/2/07
Y tanto que sí
Publicado por Fernando Varela a las 2:04 a. m.
Categoría: Derechos Humanos, EEUU, Política, PP
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