Como quiera que estamos en la versión 2.0 y algo de experiencia hemos acumulado, nada mejor que dejar claras desde el principio las reglas de juego. Hasta ahora había permitido la publicación de comentarios, aunque no fuesen respetuosos o sus autores utilizasen el anonimato para difundir exabruptos cargados de intolerancia y mala educación. Era una decisión voluntaria del autor de este blog basada en la creencia de que un valor primario de la red tenía que ser la libertad de expresión. En lo que se refería a los comentarios impropios mi única respuesta era el silencio, convencido como estoy de que nada fastidia más a un troll que la indiferencia. Las cosas, sin embargo, van a cambiar.
No, que nadie me malinterprete. No voy a perder ni un segundo en polemizar con esos seres vacíos a quienes la ignorancia o la soledad convierten en desagradables visitantes. Todo lo contrario. Como no quiero que nadie se llame a engaño, anuncio desde ahora que suprimiré como mucho gusto cualquier cosa que traspase los límites de la urbanidad y se adentre en el territorio del insulto, especialmente si se ampara en el anonimato. Hay ciertas cosas que no caben en la libertad de expresión y tolerarlas, lejos de favorecerla, le hacen un flaco favor. Yo soy de los que piensan que no vale todo. Ni en el periodismo, ni en la vida ni, por supuesto, en la blogosfera. El que quiera dejar su opinión, contradecir, polemizar o disentir no sólo podrá hacerlo sino que ya desde ahora cuenta con mi respeto y mi agradecimiento. El que quiera hacer otra cosa no tendrá sitio en este blog. Así que, al que no le guste, que no vuelva, porque esta es mi casa y aquí no es bienvenido.
Actualización: Bestiaria lo dice mucho mejor cuando explica por qué borra a los trolls (visto en Petit):
"Nunca vas a saber con qué criterio borro tus comments. Dejá de elucubrar teorías con esa mustia cabecita de críado que tenés. Yo no te borro porque insultes, deficiente. Te borro por grasa, porque tus adjetivos de pibe chorro me dan arcadas. Cuando decís "trola" me aturdís, sonás como todas las cumbias del mundo. Te baldeo, te barro, te desinfecto por vulgar, por ordinario, por groncho, macaco horrible. Tus comentarios de moscardón hacinado pajéandose frenéticamente en internet me dan asco. Salpicás mi blog con tu fracaso. Olés a fracasado. A escritor que no quiere asumir que su novela es mala. A grandulón que vive en el garage de sus padres. A gordito transpirado sin amigos que cuenta chistes malos. A adolescente repugnante con bigote ralo y problemas mentales. A pelotudo con risa fea que la gente ignora en las fiestas. A mediocre con un proyecto idiota bajo el brazo.
Te saco de mi blog por analfabeto, porque decís "creme roule" e inventás faltas de ortografía para disimular las reales. Te saco porque crees que "creme bruleé" es elegante, champignon horrible que sólo comés en El palacio de la fritura "porque te tratan como un rey". Te borro porque contaminás mi blog con tu ignorancia. Porque me da asco como usás los signos de admiración y los puntos suspensivos. Porque tu blog es mediocre y me da miedo que alguien piense que lo leo. Porque me hacés acordar a los enfermos del borda que piden cigarrillos y se tocan el pito en la entrada del loquero. Te borro porque sólo servís para eso: para ser borrado, ignorado, marginado, repudiado. La gente no te odia, ni le das miedo. A la gente le das verguenza".
13/2/07
Formato nuevo, normas nuevas
Publicado por Fernando Varela a las 1:44 p. m.
Categoría: Blogosfera, Personal
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2 comentarios:
Totalmente de acuerdo. El mismo criterio se sigue en El Túnel. Y no sabes cuánto agradezco las discrepancias cuando son expresadas con respeto.
Así tiene que ser. Lo demás es dar por bueno lo que no lo es. Ciertas cosas no son legítimas, por eso no debemos darlers legitimidad.
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